Organizaciones Inteligentes

En el año 1990 Peter Senge, Director del Centro para el Aprendizaje Organizacional del Instituto Tecnológico de Massachusetts escribió su famoso libro "La quinta disciplina" donde desarrolla la noción de organización como un sistema, en el cual expone un cambio de mentalidad profesional.
 
En el actual 2011, estamos frente a un período de crisis económica mundial, originada en 2008 en los Estados Unidos, conocida por los especialistas como la crisis de los países desarrollados, en la que el desempleo forma parte del escenario global.

Entre las propuestas de Senge y la situación actual parece haber un gran abismo, se nos proponen unas organizaciones modernas dónde la base de la competitividad este cimentada sobre el conocimiento compartido de las personas, de pensamiento sistémico (véase la quinta disciplina en la práctica) dónde la gente expande sus pensamientos en equipos y dónde el personal de la organización aprende a aprender de forma conjunta. Arie de Geus, de Royal Dutch/Shell decía: "La capacidad de aprender con mayor rapidez que los competidores quizá sea la única ventaja competitiva sostenible".

Pero, actualmente, la pérdida y la consecuente reducción de puestos de trabajo y el ambiente cercano a la depresión que se ha instalado en las organizaciones y en la sociedad en general, hace difícil el cambio de mentalidad que propone Senge en sus organizaciones inteligentes. Cada semana, cada día, millones de trabajadores alrededor del mundo conocen su despido inminente, la gente siente temor frente a la situación actual, ya que esta atenta directamente a nuestras necesidades primarias, mantener el puesto de trabajo se ha convertido en la verdadera razón de ser del trabajo diario.

La situación actual es distinta a la que había en 1990, pero el cambio no ha sido repentino, podríamos utilizar aquí la parábola de la rana hervida que utiliza Peter Senge en la quinta disciplina, donde dice que si ponemos una rana en agua hirviendo inmediatamente intentará salir y escapar de una muerte anunciada, en cambio, si la ponemos en agua a temperatura ambiente , la rana no hace nada e incluso parece pasarlo bien. A medida que la temperatura aumenta, la rana está cada vez más aturdida y finalmente muere a pesar de que nada le impide salir del agua. Esto se debe a que su aparato interno está preparado para detectar amenazas a la supervivencia con cambios repentinos en su medio pero no para cambios lentos y graduales. Efectivamente, si intentamos salir de la crisis actual con una visión cortoplacista, nos estaremos adaptando poco a poco a los cambios que se van generando y como la rana, acabaremos muriendo, la fijación en los hechos sin ver más allá y sin pensar antes que actuar nos llevará al colapso.


 
Falta personalidad y profesionalidad en las empresas de hoy, en cuanto a competencias se refiere, debe existir un líder que genere la ilusión de transformar la empresa tradicional en una empresa inteligente. Compartir el conocimiento, es importante, hay que derribar falsos mitos y creencias, derivadas del deseo personal de mantenerse en el poder, los modelos dictatoriales y jerárquicos en las empresas pasaron de moda, ya no es necesario un gran estratega en las organizaciones que guíe el trabajo de los demás, las organizaciones necesitan de ese cambio cultural en el que todos y cada uno de sus componentes sean aprendices y a la vez maestros.




La falta de liderazgo y de transparencia empresarial ahoga a la organización inteligente, cuando se comparten objetivos y metas y se expresan claramente, toda la organización se comporta como un conjunto que camina en una única dirección y cuando un grupo de personas funciona como un equipo, y ese equipo es capaz de aprender, la organización aprende.

Reestructuraciones diversas en las empresas minan la motivación profesional de las personas que componen una empresa, es tarea del líder, crear esa motivación y conducir a la organización al fin deseado.
Es la hora de recoger el conocimiento de las personas, saber comunicarlo y saber gestionarlo de manera correcta. Todos los cambios sociales nacen de alguna revolución y sin duda, la crisis actual es una fuente de oportunidades, las empresas que consigan cambiar su mentalidad y den el paso hacia una organización inteligente, uniendo conjuntamente las cinco disciplinas propuestas por Senge, saldrán reforzadas de la situación actual. Es preciso ahora ese cambio de enfoque, ese desplazamiento mental que Senge denomina como "metanoia". Es hacer de nuestra organización, una organización que aprende, que aumente nuestra capacidad creativa. Aprender lo que significa aprender.

Sin crisis no hay desafíos, estamos frente a la mayor oportunidad de crear un cambio en el paradigma y poner en práctica el aprendizaje colectivo, sin duda, el mejor remedio para organizaciones obsoletas.

¿Aprendemos juntos?

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